CONSEJOS IMPORTANTES

• Incluye sesiones de lectura en la rutina diaria. Dos veces por día, cuando el bebé se encuentre tranquilo y alerta, siéntalo en tu regazo y muéstrale un libro.

• Que las sesiones sean breves. Los bebés tienen periodos de atención muy cortos. Si notas que el bebé se aburre o inquieta, cambia de actividad.

• Involúcralo en la lectura. Muéstrale las imágenes del libro y lee las palabras, permite que nombre los objetos que ve mientras los señala con su dedito.

• Proporciónale libros con hojas de cartón grueso, plástico o tela. Son más resistentes y fáciles de manipular. Prefiere los libros que se mantienen abiertos por si solos sobre una superficie plana.

• Que sean libros adecuados. Los mejores para el bebé tienen ilustraciones realistas, claras y brillantes de objetos familiares, como animales o juguetes.

• Encuentra textos sencillos. Las rimas infantiles mantienen la atención del bebé, especialmente si son muy melodiosas, contienen palabras sencillas y repetitivas. Los libros que tienen una palabra por página también son una buena opción.

• Que los libros tengan actividades incluidas. Los libros que estimulan juegos o que incluyen texturas para sentir o sorpresas detrás de la ventana involucran al bebé.

Uno de los objetivos de comenzar temprano con la lectura es educarlos acerca de algunos factores básicos acerca de los libros, que le servirán para cuando pase a la siguiente etapa:

• los libros se manejan del frente hacia el final;
• el sentido de las páginas;
• se lee de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha;
• la palabra hablada puede provenir de los signos de la página;
• los libros contienen personajes e ideas.


Anima a tu hijo pequeño cuando tome un libro y comience a pasar las páginas. Enséñale a tomarlo de la forma correcta, pero sin forzarlo. Apláudelo cuando comience a “leer” las imágenes o memorice una historia y quiera compartirla contigo.

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